La problemática en común que afronta este diverso equipo es, sobre todo, la falta de valor agregado en sus productos. Es decir, ellos no consiguen una diferencia rentable entre los costos de su fabricación y el precio por el que se comercializan. Muchas de las mujeres emprenden para poder tener un sustento a largo plazo, pero en su mayoría, cuando buscan incorporar ese valor agregado encuentran problemas económicos para dar el salto de calidad de sus productos. Además, la falta de educación financiera les impide proyectar eficientemente su crecimiento, lo cual se convierte en un desafío crucial.
Este reto nos convocó a un nuevo encuentro en dicha localidad. Aroma a café nos esperaba en el edificio de la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos, asociación que cálidamente abre sus puertas para celebrar nuestras citas.
Las caras eran conocidas y las sonrisas motivadoras. Esta ocasión nos reunía para acercarnos a concretar iniciativas de experiencia conjunta trazadas en nuestro camino hacia la innovación sistémica colaborativa.
Asistentes y colaboradores prepararon la sala, el sonido y las pantallas acompañados por el primer sol de la mañana, que tímidamente anticipaba la primavera. Ganas de trabajar se reflejan en los vecinos que llegan puntuales: los emprendedores locales fueron los primeros en dar el presente. ¡Todo listo para la disertación!
Magalí Chiacchiera, una de nuestras líderes de gobierno, comenzó dando la bienvenida y presentándonos ante nuevos participantes. Resumió las causas y consecuencias del encuentro anterior en el marco de las Redes de Cambio, e introdujo la meta de la jornada: ejercitar una ideación colectiva en base a la detección de áreas de mejoras en el circuito productivo.
Este ranking condujo al objetivo de generar ‘preguntas de diseño’ desde el interrogante “¿Cómo podríamos?” para que los mismos artesanos, organizados en sub-equipos, iniciaran tareas grupales de encaminamiento. Enseguida comprometidos, de manera pragmática hicieron un frondoso vuelco de deducciones.
Estos fueron los resultados:
–Fomentar alianzas con la comunidad: mayormente a través de redes sociales, secundadas por publicidades e invitaciones a feriantes a concurrencias públicas. Por su parte, la Municipalidad podría ayudar a las y los feriantes facilitándoles algún tipo de movilidad para llegar a otras localidades y/o un fondo común para solventar gastos; montando un local físico donde un empleado atienda en horario comercial (propiciando además un puesto laboral).
–Optimizar la organización de ferias: coordinar asambleas previas entre feriantes para planificar un cronograma de mayor frecuencia anual en sitios a solicitar, o bien un paseo fijo en el Parque Sarmiento de Carcarañá, manifestado como lugar de amplio interés.
-Mejorar la comunicación con el área de bromatología de la ciudad.
–Aumentar las capacitaciones: en materia de marketing, fotografía, administración, gestión de redes, y emprendedurismo sensible (en conversaciones internas entre feriantes) para incrementar con ello los niveles de autoestima y seguridad en los comerciantes.
Este método disparó la lluvia de ideas que los actores escribieron de puño y letra y luego inteligentemente supieron filtrar por una ‘matriz’, teniendo en cuenta variables de impacto y viabilidad. Estos conceptos fueron explicados por Magalí en el transcurso de la actividad, y así se destacaron proposiciones como la de crear una “vidriera digital de emprendedores”.
Finalizada esta etapa, dimos paso a la puesta en común: fue sorprendente. El intercambio activó la imaginación de las personas y brotaba la creatividad: “Podemos combinar un producto gastronómico con uno de arte en madera o cerámica, inventando una tercera opción capaz de nuclear dos ventas en una”, opinó Susana Clavijo, una de las trabajadoras invitadas.
Era hora de arribar a un acuerdo. La operación colaborativa nos permitió elegir una propuesta superadora: proyectar una RONDA DE NEGOCIOS ENTRE ARTESANOS.
De inmediato, los grupos detallaron una serie de acciones a ejecutar, acompañadas de un listado de recursos humanos, insumos y equipamiento necesarios para su implementación. Además, identificaron aliados estratégicos como beneficiarios, entidades financieras, socios clave y colaboradores en especie, incluyendo instituciones gubernamentales, educativas y cooperativas, que contribuirían al éxito y crecimiento del proyecto.
Durante este gran momento de devoluciones, las interrupciones por compartir las ocurrencias fueron placenteras: había mucho por decir, y queda mucho por hacer.
Algunas de las frases que nos dejó este encuentro
“Creemos que es motivadora la posibilidad de mancomunar una vía de ayuda. El desafío de aplicar una política pública es alentador para quienes buscan solucionar un problema de base económica sin pretender tomar ventajas de competición entre sus compañeros”. Roxana Moreno, equipo del líder municipal.
“Nuestra conclusión es positiva, en la propuesta vemos un eficaz puntapié para el siguiente trayecto, que se convierte en linterna mientras avanzamos con las Misiones”. Juliana Altamira, equipo del líder social.
“Confiamos en este prototipo de innovación sistémica para alcanzar una mejora en la calidad de vida de estos trabajadores que logran manufacturas de máxima calidad muy esforzadamente, sin contar con las facilidades que deberían tener garantizadas como cualquier miembro de la economía formal. Es, simbólicamente, una búsqueda por afianzar derechos de ciudadanía”. Marisol Monti y Mónica Bordón, equipo del líder municipal.
“El trabajo en red y a micro-escala, reflejado en intervenciones de esta índole, es un devenir de suma importancia para el desarrollo del territorio. El crecimiento regional es crucial desde una visión contemporánea, en cuánto capta la fortaleza de las ciudades intermedias como fuentes sostenibles de la producción nacional. En ese sentido encontramos apoyo en el PIL” . Magalí Chiacchiera, líder municipal.
“Respaldaremos un modelo de comercio justo, amparado desde la perspectiva de género y de protección de todas las minorías, e incentivaremos la enseñanza recíproca entre diversas áreas de conocimiento. De eso se trata la vinculación que intentamos transferir y hacia donde apuntamos día a día”. Soledad Chamorro, líder social.
“Los ‘webinarios’ son de lo más fructíferos, nos aportan numerosas herramientas para consumar de un modo dinámico las reuniones de las Redes de Cambio a pesar de la distancia física que separa a nuestras ciudades”. Nannette Favot, equipo del líder social.
La fusión de estos tres sectores destila voluntad genuina. Es un mecanismo intercultural entre productores de economías regionales, una entidad de gobierno local y una institución académica nacional que está condensando saberes interdisciplinarios, con un diálogo muy interesante que, al modo de un caleidoscopio, analiza y resuelve un problema desde varias ópticas.
Verdaderamente nos interesa hallar una estrategia ganadora al problema, y eso quedó demostrado cuando en ambas oportunidades los representantes del emprendedurismo se retiraron conformes. Por su parte, la legión rosarina cobró más fuerza que en su trayecto de ida por las estimulantes charlas sobre los pasos a seguir.
Los 45 km. existentes entre Carcarañá y Rosario quedaron reducidos a 0.
ENG
Two Jerseys, One Color
The members of the Secretariat of Production, Employment, and Foreign Trade, along with those from the Department of Outreach and Technological Development (FAPyD UNR Extension Office), are cheering for the same team: the entrepreneurs of Carcarañá, a town in the province of Santa Fe, Argentina. The game is going well, and the goals are scored within the framework of the “Networks of Change” promoted by the 2024 Local Innovators Program.
The main challenge faced by this diverse team is, above all, the lack of added value in their products. In other words, they struggle to generate a profitable margin between production costs and the sale price. Many women start their ventures to create a long-term livelihood, but most encounter financial barriers when trying to enhance the quality of their products. Moreover, a lack of financial literacy prevents them from efficiently planning their growth, which becomes a critical challenge.
This challenge brought us together again in Carcarañá. The scent of coffee welcomed us at the Italian Mutual Aid Society building, an association that warmly opens its doors to host our gatherings. Familiar faces and motivating smiles greeted us. This time, we came together to move forward with joint initiatives on our path toward collaborative systemic innovation.
Attendees and collaborators prepared the room, setting up the sound system and screens while the morning sun, timidly heralding the arrival of spring, accompanied them. Local entrepreneurs, eager to work, arrived on time and were the first to mark their attendance. Everything was ready for the presentation!
Magalí Chiacchiera, one of our government leaders, started by welcoming us and introducing new participants. She summarized the causes and outcomes of the previous meeting within the framework of the Networks of Change, and introduced the day’s goal: to engage in collective ideation by identifying areas for improvement in the production circuit.
This led to the creation of ‘design questions’ starting with “How might we…?” that allowed artisans, organized into sub-teams, to begin group tasks. Committed to the process, they quickly generated a wealth of pragmatic insights.
Here are the outcomes:
Promote community alliances: primarily through social media, supported by advertisements and invitations for artisans to participate in public events. The municipality could assist by providing transportation for artisans to attend fairs in other towns or by creating a communal fund to cover expenses. Additionally, they could set up a physical store with an employee to manage sales during business hours, creating a new job position.
Optimize the organization of fairs: coordinate pre-event meetings among artisans to plan a more frequent annual schedule in requested locations, or establish a permanent market in Carcarañá’s Sarmiento Park, a widely favored spot.
Improve communication with the city’s health and safety department.
Increase training opportunities: in marketing, photography, administration, social media management, and sensitive entrepreneurship (in internal conversations among artisans), thus boosting their self-esteem and confidence.
This method triggered a brainstorming session, with participants writing down their ideas and then filtering them through a ‘matrix’ that considered impact and feasibility. These concepts were explained by Magalí during the activity, highlighting proposals like creating a “digital showcase for entrepreneurs.”
After this stage, it was time to share insights. The exchange was astonishing. The participants’ creativity flourished: “We can combine a food product with a wood or ceramic art piece, creating a third option that merges two sales into one,” suggested Susana Clavijo, one of the invited artisans.
It was time to reach an agreement. The collaborative process allowed us to choose a standout proposal: organizing a BUSINESS ROUND FOR ARTISANS.
Immediately, the groups outlined a series of actions to be taken, including a list of human resources, supplies, and equipment needed for implementation. They also identified strategic allies such as beneficiaries, financial institutions, key partners, and in-kind collaborators, including government, educational, and cooperative institutions, which would contribute to the project’s success and growth.
During this fruitful moment of feedback, the frequent interruptions to share ideas were delightful. There was much to say, and even more to do.
Some of the remarks from this meeting:
“We believe that the possibility of creating a united path for assistance is highly motivating. The challenge of implementing public policy is encouraging for those seeking to solve an economic problem without competing with their peers.” — Roxana Moreno, municipal leadership team.
“Our conclusion is positive. In this proposal, we see an effective first step for the next stage, which becomes a guiding light as we advance with the Missions.” — Juliana Altamira, social leadership team.
“We trust this prototype of systemic innovation to improve the quality of life for these hardworking artisans who create high-quality products under challenging conditions, without the guarantees they deserve as members of the formal economy. Symbolically, it’s a pursuit of strengthening citizenship rights.” — Marisol Monti and Mónica Bordón, municipal leadership team.
“Working in networks on a micro-scale, as reflected in interventions of this nature, is crucial for territorial development. Regional growth is essential from a contemporary perspective, as it captures the strength of intermediate cities as sustainable sources of national production. In that sense, we find support in the LIP.” — Magalí Chiacchiera, municipal leader.
“We will support a model of fair trade, grounded in gender perspectives and protection of all minorities, while encouraging mutual learning across different fields of knowledge. This is what we aim to achieve through the connections we foster day by day.” — Soledad Chamorro, social leader.
“Webinars are incredibly fruitful. They provide us with numerous tools to conduct dynamic meetings for the Networks of Change, despite the physical distance between our cities.” — Nannette Favot, social leadership team.
The fusion of these three sectors reflects genuine will. It is an intercultural mechanism among regional economy producers, a local government entity, and a national academic institution, distilling interdisciplinary knowledge. Like a kaleidoscope, this collaboration analyzes and resolves problems from multiple perspectives.
We are truly committed to finding a winning strategy for these challenges, and that was evident when, on both occasions, the entrepreneurs left feeling satisfied. Meanwhile, the Rosario team returned with even greater momentum, energized by stimulating discussions about the next steps.
The 45 kilometers between Carcarañá and Rosario have been reduced to zero.
