Los habitantes de Ndirande, en las afueras de Blantyre (Malawi), viven en condiciones de hacinamiento y sin redes para tratar sus aguas residuales. En particular, no cuentan con un servicio oficial que les permita vaciar las fosas y los pozos que ellos mismos cavan para hacer sus necesidades.
Como resultado, muchas veces su única alternativa es tirar los desechos en el río cercano. Sólo unos pocos residentes pueden permitirse alquilar vehículos para vaciar las letrinas en un modo que no afecte tanto al ambiente ni produzca enfermedades. A medida que pasa el tiempo, esto se convierte en un nuevo problema porque terminan viéndose forzados a construir nuevas unidades con materiales provisionales.
En el marco del Programa de Innovadores Locales 2022, el equipo formado por Thokozani Kanyemba (líder social) y Prince Nyasulu (líder municipal, en el área de ambiente saludable) idean soluciones para tratar el desafío en esta ciudad habitada por más de 800.000 personas en África Oriental.
Estas son las fotografías con las que se destacaron en esta instancia de la iniciativa, que procura explicar en imágenes la situación a la que se enfrentan: